Un pasito pa'lante un pasito pa'trás

Qué difícil es mantener el camino que escogemos o nos escoge o incluso intentamos trazar. 

Me recuerda a esa situación que ocurre mucho cuando viajas por una autopista: no coges la salida que necesitabas y tienes que esperar un tiempo a veces largo y con cabreo, hasta localizar un cambio de sentido. Volver hacia atrás y otra vez a empezar, pensando dónde estuvo el error. Intentando mejorar. No decayendo.

¿Quién tiene la culpa?

Tú, el mundo, el otro, nadie. A veces nunca lo sabrás.

¿Qué hacer?

Levantarse, continuar, rodearse de apoyos. Hablar. Llorar. Comentar. Compartir la situación. Dar tiempo al tiempo. Pensar que a lo mejor no habías llegado la meta, que faltaban unos metros más. No habías completado el recorrido. Reconocer la equivocación o la no equivocación.

El camino no es sencillo. Puede que aparezcan obstáculos de ninguna parte. Sáltalos, puedes.

Ánimo, eres fuerte o inténtalo. Tranquilo, nunca es tarde.

La vida

Hay ciertas personas que pasan por la vida sin más. Nacen, crecen, trabajan (o no), se reproducen (o no), y mueren. No van más allá. Siguen la corriente. Se dejan llevar como un tronco en las aguas de un río, que cuando llega al mar flota sin rumbo. Es muy cómodo. Pero la vida se nos da para moldearla, para adaptarla, para cambiarla, para revelarse, para ...

Hay otras personas que dejan huella allí donde van, hagan lo que hagan. Odian la indiferencia, la "normalidad". El mundo no sería lo que es sin ellas. El universo les debe mucho.

Hay algunas personas que rozan la perfección y llegan a ser genios. Son la minoría. El olimpo de unos pocos. Son élite y es difícil arrimarse a ellos.

Aprende de los segundos. Puede que tengas alguno cerca. No lo dejes ir. Agárralo fuerte. Consigue su amistad. Y si ya le toca marchar, por favor, no lo olvides.

El río y el compositor

¿Qué pensarían por ejemplo Mozart o Beethoven si supiesen que sus obras se escuchan cuando estás bajando del avión, o incluso cuando esperas a que te atienda un simpático telefonista de una importante compañía?
Esta pregunta nos la hizo un profesor un día y me hizo reflexionar.

Estamos hablando de genios incomprendidos en su tiempo y ahora admirados, seguidos y hasta quizás vulgarizados.

Esto tiene además relación con esa manía actual de que la música es necesaria en todas las circunstancias de la vida. Con lo bonito que es el silencio, el susurro, hablar en un tono suave. Seguro que conoces alguien con un tono de voz así. Conversar con esta persona es una delicia, solo por esta razón. Tendrían que enseñarnos a hablar bajito y poner multas por exceso de volumen. El mundo estaría menos crispado. No existirían los sonotone. Bueno, excepto para los pobres que van perdiendo oído por razones diferentes. No es cuestión de quitárselo, pues estaríamos afónicos y no serviría para nada todo lo que estoy comentando.

La cuestión es que el pobre río Ebro, mira tú si supiese la importancia que tiene en estos momentos. Es lo mismo que los compositores. Lo están vulgarizando. Iba tan tranquilo discurriendo por su cauce. Con su caudal llenito, sus meandritos, sus pececitos y sapos .Y ahora no lo dejan en paz. No ha hecho nada malo, solo tener la genialidad de existir, que ya es bastante sobre todo si eres un portento y no un mediocre más. Pero oye, hasta se pelean por él. Es el centro de discusiones, debates, enfados. Mucha negatividad veo yo en todo esto. Vamos a poner el remate positivo, ni Mozart ni Beethoven se enteran, gracias a Dios y el Ebro sigue su curso impertérrito.

Algo es algo.

Idealista o práctico. I wish...

Puff, menudo dilema me planteo...
Cuando uno tiene unos veinte años digamos, la vida le parece sencilla. Suele ser el momento incluso un poco antes, de elegir lo que quieres estudiar, un oficio, profesión u ocupación. Si sabes lo que te gusta, pues bueno, ya tienes mucho adelantado. Ahora bien si no encuentras el camino a seguir, estás perdido.
Cuando terminé COU, ahora 2º de Bachillerato pal caso lo mismo, no tenía ni idea que hacer. Ay si supiera lo que sé hoy, las cosas hubieran ido por otros derroteros. O no. Quien sabe.
Soy de las que siempre digo que los "y si..." hay que dejarlos de lado, pues la vida es la que fue o es. No puedes cambiarla y tampoco debes fantasear con lo que hubiera pasado. Vívela.
Pues vaya, ojalá alguien me hubiese orientado un poco más.
Todos sabemos que después de que nos ocurre algo, resulta que a medio mundo le pasó lo mismo, pero te lo cuentan cuando además ya tienes asimilado las cosas y encima te cabrean pues si te hubiesen avisado....
Pues vaya, ojalá la gente fuera un poco más solidaria en este sentido, y se creara la ONG de ayuda a los indecisos.
Ayudo a niños y jóvenes. Vamos, que a veces doy clases particulares. Pero es una ayuda, en todos los sentidos. Te conviertes en sus padres, su psicóloga, su psiquiatra. Lo cierto es que no me conformo con preguntarles la lección o hacerles un esquema (lo hago, tranquilos, para eso me pagan). A la vez, intento abrirles los ojos, aclararles la indecisión, contarles mi experiencia. Que sean un poco más personas, que aprendan a ver lo incorrecto de muchos de sus actos. Sé que muchas veces lo que les digo no les importa, aunque algo les queda. Lo mejor es que les invito a pensar sobre cosas que antes consideraban "normales". Ahora bien, para llegar a este estado, tienen que ganarse mi confianza. No le doy este lujo de enseñanza a cualquiera. Si no lo consiguen, seré una mera subrayadora de textos que cobra una miseria. Aunque no lo aguantaría.
Pues vaya, ojalá hubiese tenido a alguien como yo misma, en esas etapas cuando a los que menos escuchas son a tus padres.
Volviendo al tema inicial, después de este superrodeo típico de mi cabecita revoloteadora. Si en ese crucial momento hubiera sabido todo lo que sé ahora, sería más práctica. No solo eso. Creo que con 18 ó 20 años no tienes ni idea de lo que te gusta o no te gusta.
Un día, preguntando a una niña lo que quería estudiar , me dijo que aquello que le permitiera un trabajo donde poder ganar mucho dinero.
Otro niño me contestó que siempre le había gustado desde pequeño diseñar planos y tenía muy clara su vocación de arquitecto.
¿Idealista o práctico?

¿Dónde están las mil lluvias?

Es raro, pero ha llegado abril y parece que la Semana Santa tiene que venir y la cosa es que ya pasó. Qué locura!!!. Debe ser que mi cabeza está en otro sitio. Este año definitivamente me cuesta centrarme.
Precisamente el otro día dejé olvidada una carpeta en una tienda y mira por donde, pude recuperarla.
Pensando pensando (cosa que hago demasiado, pues mi mente es como una peonza que no para), la persona que la recogió, es decir el de la tienda, (tendero suena feo), seguro que habrá mirado lo que hay dentro, pues es cierto que cuando encontramos algo que no es nuestro, siempre decimos: -vamos a mirar, a ver si nos da una pista...- Eso no es mirar; no es mirar; es cotillear , y....nos encanta!!! Somos curiosones por naturaleza.
Por ejemplo, cuando voy a una cafetería siempre me fijo en la gente. Lo mejor son los grupos o familias. Dan para bastante. Intento recomponer cómo es su vida. Por supuesto tengo que dejar claro que los comentarios ayudan ( y no es que esté escuchando...)
Quizá podría haber sido una buena socióloga. Me gusta observar, analizar los comportamientos. Pero lo de mi carpeta no lo llevo, pues estuve pensando toda la tarde qué podría haber dejado yo dentro que no me gustaría que mirasen, aparte de unas fotocopias. Al final, nada de importancia.
Yo en cambio, sigo mirando.
Abril, que mes mas insulso. Lo de la carpeta le ha dado gracia.