Desde hace unos pocos años, la sensación ha cambiado, la veo distinta, como algo alarmante.
Con el tiempo, dicen que la percepción de las cosas cambia, sin embargo quizá debemos recuperar las sensaciones del pasado y adaptarlas al presente. Revivir esos sentimientos. Volver a dormir en medio de las gotas sonoras.
Llevo ya más de dos meses corriendo, uno de mis mejores descubrimientos recientes. Hoy he ido lloviendo. A solas con la lluvia. Puedo asegurar que además de sentir libertad, de percibirla directamente sin necesidad de parapetos, ha sido el mejor antídoto para recuperar la creencia tranquilizadora de que la lluvia es solo eso, agua, y que nos conecta con la grandeza de la naturaleza.
Probar la experiencia de mojarse, calarse, empaparse sin importar, y caminar por el mundo sin barreras, te lleva a otra dimensión y te hace libre, sin límites.