sábado, 24 de enero de 2015

Rastros

El otro día pasaba por delante de un local que había sido farmacia durante muchos años y ahora estaba vacío, al haberse trasladado. Bueno, de vacío nada, habían dejado estanterías, envases y restos de su vida anterior. Y yo me preguntaba si cuando adquirieron este sitio, también se lo habían encontrado lleno de cosas.
Las personas dejamos rastros. Rastros materiales y rastros en nuestro corazón, que dicen mucho de nosotros.
Este año me dio por comprar bastones de caramelo por Navidad para decorar la casa. En la tienda, al coger uno, se me rompió. Podía haberlo dejado allí y coger otro, pero no fui capaz, se lo dije al dependiente, no pude evitarlo.
El baño de los restaurantes, vinaterías, bares, para mi dicen mucho de la gente que regenta estos lugares. Más de los que lo usan.
Conozco a una chica que trabaja limpiando casas. Ella dice que cuando limpia y ordena una casa, lo hace como si fuera la suya.
Dejamos rastros, restos, que hablan, murmuran, dibujan quien somos.