Cuando tienes un crío, vas incorporando poco a poco en tu vida y de forma natural los usos y costumbres tales como ir al parque, leer libros de tapa dura, cantar canciones infantiles que creías olvidadas, inventar cuentos de todo tipo.
Pues en ese tipo de actos estábamos el otro día, cuando tuvimos la gran ocurrencia de montar a la peque por primera vez en uno de esos artilugios que para moverse tienes que introducir por una pequeña ranura un moneda.
Yo creo que todos hemos montado en caballitos de este tipo de pequeños ahora más sofisticados.
De hecho después de descartar, elegimos un mini-carrusel con tres animalillos para montar.
La cosa es que vamos allá, metemos la moneda, pendientes encima de la peque porque era su primera vez.
De repente aparecen niños, padres con niños y se montan en los sitios libres y dónde fuera, la cosa era aprovechar del papo nuestro inocente euro.
Nosotros con cara a cuadros, la niña diciendo quiero bajar y vamos, que España y Olé. Las conclusiones, se las dejo al lector.
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